La humedad es uno de los mayores enemigos en la construcción, capaz de comprometer la estructura, la estética y hasta la funcionalidad de cualquier edificio. Es por esta razón que los materiales hidrófugos se han convertido en una herramienta esencial para prevenir filtraciones y daños, garantizando proyectos más duraderos y sostenibles.
Si alguna vez te has enfrentado a problemas como paredes deterioradas, techos con manchas de moho o fachadas que pierden su brillo, es probable que estos productos sean la solución que necesitas. Y en este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre los materiales hidrófugos en la construcción.
¿Qué son los materiales hidrófugos?
Según la Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI) 2020 realizadas por el INEGI en México, el 44.2% de las viviendas presentan problemas de humedad o filtraciones de agua, siendo este el problema estructural más común.
Y esta no es una situación endémica de México, pues un estudio de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) encontró que el 85% de los edificios de oficinas habían sufrido daños por agua en algún momento, y el 45% presentaba fugas o goteras al instante de la evaluación.
La buena noticia es que estos problemas se pueden prevenir con el uso de OLEO-PLUS® – COMPLEX. Diseñado para repeler el agua y evitar su penetración en superficies, garantizando así una mayor protección frente a la humedad.
A diferencia de los impermeables, que bloquean completamente el paso del agua, OLEO-PLUS® – COMPLEX permite cierta transpiración, lo que ayuda a mantener el equilibrio en la estructura sin acumular humedad interna.
Este material funciona creando una barrera protectora que dificulta que el agua se adhiera a las superficies. Por ello, son ampliamente utilizados en la construcción, especialmente en proyectos donde la exposición a condiciones climáticas adversas, como lluvias intensas o ambientes húmedos, es constante.
Tipos de materiales hidrófugos para la construcción
Un estudio europeo reveló que cerca del 38% de los edificios tienen problemas vinculados a la humedad, impactando negativamente en la salud de más de 84 millones de personas en la región. En este sentido, la protección contra la humedad no solo se convierte en un aspecto clave en la construcción para garantizar la durabilidad y eficiencia de las estructuras, sino también para contribuir a la salud pública.
Pero, ¿cuáles son los materiales hidrófugos más idóneos en cada proyecto? ¡Descúbrelo a continuación!
Morteros hidrófugos
Los morteros hidrófugos son mezclas de cemento, arena y aditivos especiales que confieren propiedades repelentes al agua. Se utilizan principalmente en la construcción de muros, fachadas y cimientos, proporcionando una barrera efectiva contra la humedad.
Además de su capacidad impermeabilizante, estos morteros mantienen la transpirabilidad del material, permitiendo la salida de vapor, impidiendo a su vez la entrada de agua.
Hidrófugos pulverizables
Los hidrófugos pulverizables son soluciones líquidas que se aplican mediante pulverización sobre superficies porosas como ladrillo, piedra o concreto. Al penetrar en los poros del material, forman una capa invisible que repele el agua, evitando filtraciones y daños por humedad.
Son ideales para la protección de fachadas y muros exteriores, ya que no alteran la apariencia estética de las superficies tratadas.
Pinturas hidrófugas para tejados y techos
Estas pinturas están formuladas con componentes que proporcionan una alta resistencia al agua y a las condiciones climáticas adversas. Se aplican en tejados y techos para prevenir filtraciones y proteger las estructuras subyacentes.
Además de su función impermeabilizante, muchas de estas pinturas ofrecen propiedades reflectantes, contribuyendo a la eficiencia energética al reducir la absorción de calor.
Hidrófugos nano-fotocatalíticos para fachadas
Los hidrófugos nano-fotocatalíticos incorporan nanopartículas que, al exponerse a la luz solar, desencadenan reacciones químicas que descomponen contaminantes orgánicos y bacterias en las superficies tratadas.
Además de proporcionar una barrera contra la humedad, mantienen las fachadas limpias y reducen la necesidad de mantenimiento. Son especialmente útiles en entornos urbanos con alta contaminación atmosférica.
Como ves, la elección del material hidrófugo adecuado dependerá de las necesidades específicas de cada proyecto y de las condiciones ambientales a las que estará expuesta la construcción.
Beneficios de los materiales hidrófugos en la construcción
En PSQ hemos creado el aditivo hidrofugo OLEO-PLUS® – COMPLEX, que ofrece soluciones esenciales para proteger las estructuras de los efectos nocivos de la humedad. Su aplicación en diversas áreas de la construcción genera beneficios significativos que incluyen:
1. Resistencia a la humedad
Estos materiales actúan como barreras efectivas para impedir la entrada de agua en superficies porosas. Esto protege a las estructuras contra filtraciones, manchas y la formación de moho, incluso en condiciones de alta humedad o exposición constante al agua.
2. Mayor durabilidad estructural
Al prevenir el ingreso de agua, estos materiales minimizan el riesgo de daños por ciclos de congelación y descongelación, que suelen generar fisuras en las estructuras. Además, protegen las armaduras de acero contra la corrosión, prolongando la vida útil de las edificaciones y reduciendo costos de mantenimiento a largo plazo.
3. Conservación estética
El uso de hidrófugos evita la aparición de eflorescencias, manchas y decoloraciones causadas por la humedad. En fachadas y tejados, ayuda a mantener el aspecto original de las superficies, incluso en entornos expuestos a la intemperie o a contaminantes urbanos.
4. Reducción del mantenimiento
Al bloquear la acción del agua y sus consecuencias, los materiales hidrófugos disminuyen la necesidad de reparaciones frecuentes, como la reposición de morteros o la limpieza de fachadas. Esto no solo implica un ahorro económico, sino también una mejora en la sostenibilidad de los proyectos.
5. Versatilidad de aplicación
Como hemos visto en la sección anterior, estos materiales pueden adaptarse a diversas superficies y estructuras, desde muros y tejados hasta pavimentos y fachadas. Además, su fácil integración en los procesos de construcción permite una protección eficaz en una amplia variedad de proyectos, desde residenciales hasta industriales.
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