No siempre es fácil encontrar una solución que garantice la calidad del producto, la seguridad y, al mismo tiempo, una larga vida útil sin perder su valor nutritivo. Sin embargo, esto lo puedes conseguir con el proceso UHT de pasteurización, una práctica esencial para la industria alimentaria.
Si gestionas una empresa que depende del procesamiento de alimentos o bebidas, probablemente te enfrentas a desafíos como la conservación en condiciones difíciles de transporte o la necesidad de cumplir con estrictas regulaciones sanitarias sin comprometer el sabor y la textura de tus productos.
En este artículo te explicamos qué es el proceso de pasteurización UHT y cómo puede ser clave para superar estos retos mientras optimizas tus operaciones.
¿Qué es el proceso UHT?
El proceso UHT (Ultra High Temperature) es una técnica de pasteurización que se utiliza principalmente en la industria alimentaria para prolongar la vida útil de productos líquidos como la leche, zumos o yogures, sin necesidad de añadir conservantes.
Este proceso expone el alimento a temperaturas extremadamente altas, entre 130 y 150 °C, durante un corto período de tiempo, aproximadamente 0,5 a 1 segundos. De esta forma, se eliminan los microorganismos y enzimas que pueden deteriorar el producto.
A diferencia de otros métodos de pasteurización, el UHT asegura la seguridad alimentaria. A su vez, permite que los productos mantengan su sabor y valor nutricional por más tiempo. Por ello, son ideales para su distribución en zonas donde no hay acceso fácil a refrigeración.
Este método es clave para mejorar la logística y distribución, especialmente en países en desarrollo o regiones remotas.
Fases del proceso UHT
El proceso de pasteurización UHT se lleva a cabo en varias fases clave que aseguran la seguridad y calidad del producto:
- Calentamiento: El primer paso es precalentar el producto a través de un intercambiador de calor. Aquí, el líquido alcanza una temperatura inicial antes de pasar a la fase de esterilización.
- Esterilización: El producto se somete a temperaturas entre 130 y 150 °C durante 0,5 a 1 segundos. Este breve, pero intenso aumento de temperatura destruye bacterias, esporas y microorganismos perjudiciales sin alterar significativamente el sabor y la textura del producto.
- Enfriamiento rápido: Luego de la esterilización, el producto pasa por una fase de enfriamiento rápido para preservar sus nutrientes. Se utiliza un intercambiador de calor para reducir la temperatura de forma controlada.
- Envasado aséptico: Finalmente, el producto se transfiere a un ambiente aséptico donde se embala en condiciones completamente esterilizadas, garantizando una vida útil prolongada sin la necesidad de refrigeración.
Este proceso permite a las empresas mantener la calidad y seguridad de sus productos. Todo ello, mientras optimizan la cadena de suministro y reducen los costos asociados al transporte y almacenamiento en frío.
¿Cuáles son los beneficios del UHT?
La pasteurización UHT ofrece múltiples ventajas para la industria alimentaria que lo convierten en una opción preferida para productos como leche, zumos y otros líquidos.
- Conservación prolongada: Los productos sometidos a este proceso pueden tener una vida útil de entre 6 y 9 meses sin necesidad de refrigeración, reduciendo significativamente los costos de almacenamiento y transporte.
- Retención de valor nutricional: Aunque algunos métodos de procesamiento térmico pueden afectar los nutrientes, el UHT está diseñado para minimizar esta pérdida al exponer los alimentos a altas temperaturas solo durante unos segundos, preservando gran parte de los componentes esenciales como proteínas y vitaminas.
- Facilita la distribución en zonas sin acceso a refrigeración, una ventaja crítica para la logística en países en desarrollo o regiones remotas. De esta forma, se pueden llevar productos lácteos y otros alimentos perecederos a áreas que, de otra manera, no podrían acceder a ellos. Así mejora la disponibilidad alimentaria en zonas vulnerables.
- Seguridad alimentaria: Al eliminar microorganismos patógenos y esporas, este proceso garantiza que los productos sean seguros para el consumo por largos periodos de tiempo, reduciendo el riesgo de contaminación y deterioro.
Estos beneficios hacen del UHT una solución eficiente y rentable para empresas que buscan mejorar la durabilidad y calidad de sus productos.
Efectos en los productos
Aunque el proceso UHT es efectivo en la conservación de alimentos, también puede tener ciertos efectos en los productos.
Uno de los cambios más comunes está relacionado con el sabor y la textura. El uso de temperaturas tan altas puede generar ligeras alteraciones en el sabor de productos como la leche. Esto suele dar un gusto más “cocido” debido a la caramelización de ciertos azúcares presentes.
En cuanto a la pérdida de nutrientes, aunque el proceso UHT minimiza este impacto, es inevitable que ciertos micronutrientes como la vitamina C o el ácido fólico se vean reducidos en cantidades mínimas. Sin embargo, esta disminución es generalmente baja en comparación con otros métodos de conservación térmica.
Ultrapasteurización vs pasteurización convencional
La principal diferencia entre la ultrapasteurización (UHT) y la pasteurización convencional (HTST) radica en las temperaturas utilizadas y el tiempo de exposición.
En el caso de la pasteurización convencional HTST (High-Temperature Short Time), el producto se calienta a una temperatura de 72°C durante 15 segundos.
Este método es efectivo para eliminar la mayoría de las bacterias patógenas y esporas. Sin embargo, no garantiza una conservación prolongada sin refrigeración, ya que la vida útil de los productos es de solo 2 a 3 semanas.
Por otro lado, la ultrapasteurización UHT somete al producto a temperaturas mucho más elevadas, entre 130 y 150°C durante apenas 0,5 a 1 segundo.
Dicho incremento permite una eliminación casi total de microorganismos y esporas, lo que extiende la vida útil del producto hasta 9 meses sin necesidad de refrigeración.
Para resumirlo, la pasteurización convencional es ideal para productos de consumo rápido que requieren refrigeración. Mientras que el proceso UHT es la mejor opción cuando se busca una conservación prolongada sin la necesidad de frío, especialmente en productos lácteos y zumos.
Proceso CIP luego de la UHT
Después de completar el proceso de pasteurización UHT, es crucial realizar un procedimiento de limpieza in situ (CIP, por sus siglas en inglés) para garantizar la higiene y evitar la acumulación de residuos en el equipo de producción.
Este proceso involucra el uso de secuencias de agua caliente y soluciones alcalinas o ácidas que eliminan los restos de producto que podrían causar contaminación o afectar el rendimiento del sistema.
Además de la limpieza regular, se debe llevar a cabo una esterilización in situ (SIP) en intervalos periódicos. Aquí se emplean métodos como el vapor a alta presión o el uso de productos como H2O2 para eliminar cualquier bacteria residual que haya sobrevivido al ciclo de pasteurización.
En el caso de las líneas de llenado, se recomienda esterilizar a 121°C durante 30 minutos para garantizar que el equipo esté completamente libre de contaminantes antes de la siguiente producción.
Este mantenimiento preventivo asegura que los sistemas UHT funcionen de manera eficiente y sin interrupciones. De esta forma, se protege la integridad del producto y cumpliendo con los estándares de calidad y seguridad alimentaria.