
La prevención de la gripe aviar es hoy una prioridad estratégica para cualquier granja avícola. Un solo brote, además de amenazar la salud de las aves, también puede paralizar la producción, generar pérdidas económicas millonarias y poner en riesgo la relación con clientes y mercados.
En un entorno donde la bioseguridad se convierte en la línea que separa la continuidad del negocio del cierre forzado, contar con medidas claras y sostenibles es lo menos que las instituciones correspondientes (y los consumidores) exigen a los responsables de granjas.
En este artículo, te contamos todo lo que necesitas saber para garantizar las medidas de protección necesarias con el fin de prevenir la influenza aviar.
¿Qué es el virus de la gripe aviar y cómo se transmite?
La gripe aviar es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta principalmente a aves de corral como pollos, pavos y patos, pero que también puede impactar a aves silvestres. Está causada por distintos subtipos del virus de la influenza A, algunos de ellos de alta patogenicidad, capaces de generar brotes graves y mortandad masiva en pocas horas.
La transmisión ocurre de varias formas:
- el contacto directo entre aves sanas y enfermas,
- la exposición a heces y secreciones contaminadas,
- la presencia de aves silvestres en las inmediaciones de la granja, e incluso a través de superficies, agua y alimentos contaminados.
- La circulación de personas, vehículos y equipos sin medidas de bioseguridad adecuadas también actúa como un puente invisible que facilita la propagación del virus.
Comprender cómo se disemina es el primer paso para diseñar medidas de prevención contra la gripe aviar realmente efectivas. Medidas que sean capaces de blindar la producción frente a un riesgo que no distingue fronteras ni tamaños de explotación.
Medidas preventivas fundamentales en granjas
Adoptar medidas de prevención de la gripe aviar en las granjas es la estrategia más sólida para proteger la salud de las aves y garantizar la continuidad del negocio. Cada eslabón de la bioseguridad suma, y descuidar uno puede abrir la puerta a un brote con consecuencias devastadoras.
Control del acceso y bioseguridad en la zona
El primer muro de defensa comienza en el perímetro de la granja. Limitar el ingreso de personas y vehículos, establecer arcos sanitarios, pediluvios y puntos de desinfección en los accesos reduce de manera drástica el riesgo de ingreso del virus.
Además, mantener un cerco físico que impida el contacto con aves silvestres resulta clave en la prevención contra la gripe aviar.
Higiene de personal y prácticas operacionales
Los operarios son un vector frecuente de transmisión. El uso obligatorio de ropa y calzado exclusivo dentro de la granja, lavado de manos y protocolos de cambio de vestimenta entre sectores son prácticas que deben ser innegociables.
Capacitar de forma periódica al personal en medidas de prevención para la gripe aviar asegura que todos comprendan la importancia de cumplir cada paso sin excepciones.
Limpieza y desinfección del entorno
Las superficies, equipos, galpones y bebederos deben someterse a protocolos de limpieza y desinfección sistemáticos. La prevención del virus de la gripe aviar depende en gran parte de eliminar materia orgánica, aplicar desinfectantes eficaces y registrar cada procedimiento.
Aquí, contar con productos de calidad y aprobados por los organismos correspondientes es determinante para garantizar eficacia sin generar residuos tóxicos que afecten la producción.
Vigilancia y monitoreo sanitario
La detección temprana salva lotes. Implementar controles veterinarios periódicos, sistemas de trazabilidad y monitoreo de signos clínicos permite identificar anomalías antes de que se conviertan en un brote.
El registro constante de mortalidad, consumo de agua y alimento es una medida preventiva que ofrece señales de alerta valiosas.
Vacunación y medidas complementarias
En regiones y contextos donde está autorizado, la vacunación puede complementar la estrategia de bioseguridad. Sin embargo, nunca reemplaza las prácticas de higiene, el control de accesos y la desinfección rigurosa.
Sumado a ello, medidas como la gestión adecuada de cadáveres, el tratamiento de efluentes y el almacenamiento seguro de insumos fortalecen la prevención gripe aviar granja y reducen la exposición al virus.
Papel de los productos químicos de PSQ Argentina
La prevención contra la gripe aviar exige mucho más que disciplina en los protocolos: requiere soluciones químicas confiables que acompañen cada etapa del proceso. En PSQ Argentina desarrollamos productos diseñados para garantizar una higiene profunda y sostenida, con tecnologías que eliminan eficientemente los agentes patógenos presentes en galpones, equipos y superficies.
Nuestros desinfectantes de amplio espectro, como OXIBAC® – SILVER, permiten actuar con rapidez frente a bacterias, virus y hongos, incluso en condiciones de alta carga orgánica. De hecho, este producto tiene eficiencia demostrada en un 99,99% contra el virus de influenza A H1N1 y está avalado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
El objetivo es que cada limpieza sea una verdadera barrera contra la introducción y diseminación del virus.
Beneficios operativos y retorno de inversión
Ya lo hemos señalado: invertir en medidas de prevención del virus de la gripe aviar trae retornos palpables. Una bioseguridad sólida:
- Reduce la mortalidad.
- Evita pérdidas productivas.
- Minimiza interrupciones en la cadena de suministro.
- Genera ahorros en tratamientos veterinarios.
- Disminuye sanciones regulatorias.
- Potencia la imagen de la empresa frente a compradores exigentes.
Pero para ello, necesitas los productos de higiene y desinfección más adecuados (aprobados y testados).
En definitiva, implementar un plan integral de prevención en la granja no es un gasto, sino una inversión estratégica que asegura continuidad, productividad y competitividad en un mercado donde la confianza y la sanidad lo son todo.