Limpieza y desinfección de vehículos que transportan alimentos

Si gestionas una flota o eres responsable de logística, sabes que basta una mala práctica (un remanente de humedad, restos orgánicos ocultos o un producto mal aplicado) puede poner en jaque una entrega, con la consecuente pérdida de confianza de un cliente o incluso enfrentar observaciones en una auditoría sanitaria.

Por ello, la limpieza y desinfección de vehículos que transportan alimentos es la barrera invisible que separa un producto seguro de un posible riesgo sanitario. Y aquí el reto no es solo “dejar limpio” el vehículo, sino garantizar que cada proceso esté documentado, validado y alineado con la normativa, evitando paradas innecesarias, sanciones y devoluciones costosas.

En este artículo tienes una guía práctica para hacerlo de forma eficiente, segura y con respaldo técnico.

¿Por qué es importante limpiar y desinfectar vehículos que transportan alimentos?

Los vehículos de transporte alimenticio pueden albergar contaminantes que comprometen la integridad del envase y del alimento, especialmente cuando pasan por múltiples etapas de logística o lidian con polvo y suciedad ambiental —que pueden transportar bacterias o residuos químicos—, acelerando el deterioro. Especialmente, las áreas de difícil acceso como esquinas o compartimentos se vuelven verdaderos refugios para estos peligros.

En un enfoque moderno y global, los protocolos estandarizados de higiene, avalados por pruebas microbiológicas o de residuos proteicos, generan transparencia, reducen incidentes sanitarios y fortalecen la confianza en la cadena logística mundial, de acuerdo con expertos de Food Safety.

  

Protocolo de limpieza y desinfección paso a paso

Un protocolo de limpieza y desinfección de vehículos que transportan alimentos requiere un orden preciso, productos adecuados y constancia en su ejecución. A continuación, te mostramos un esquema basado en prácticas recomendadas por organismos sanitarios y guías internacionales.

1. Inspección inicial del vehículo

Antes de ensuciarte las manos, revisa el vehículo por dentro y por fuera, incluyendo rincones, juntas y áreas de difícil acceso. La inspección inicial no solo detecta restos visibles de materia orgánica o polvo, sino también posibles daños en superficies que podrían impedir una limpieza adecuada (por ejemplo, pintura agrietada o juntas deterioradas).

En situaciones similares, como la inspección de equipos médicos, se recomienda descartar o reparar lo que impida una desinfección eficaz.

2. Limpieza física

Ese primer contacto con la suciedad es decisivo. Se realiza una limpieza física, también llamada “wet cleaning” o “dry cleaning” para eliminar grasa, residuos orgánicos, tierra o cualquier materia que obstruya la eficacia del desinfectante.

Una limpieza manual con detergentes adecuados y agua caliente ayuda a remover al menos el 90 % de los contaminantes microbianos, si se realiza correctamente.

3. Aplicación de productos desinfectantes

Una vez despejado el terreno, se aplica el desinfectante. Lo ideal es utilizar una solución probada y recomendada en tu sector, como puede ser OXIBAC® – SILVER; siempre tras confirmar que no queden restos orgánicos que lo inactiven.

Métodos como CIP (limpieza en sitio) o COP (limpieza con desmontaje) también pueden aplicarse cuando corresponde, especialmente si hay partes removibles en la caja de carga

En términos de frecuencia, la desinfección profunda de cada unidad transportista debería realizarse al menos semanalmente, además de inspecciones y retoques según uso y riesgo.

4. Enjuague y secado

Después de desinfectar, es necesario un segundo enjuague para eliminar los residuos de detergentes o desinfectantes que podrían comprometer futuras aplicaciones sanitarias. Se recomienda enjuagar desde arriba hacia abajo, con presión y temperatura adecuadas para garantizar la remoción de hasta el 95 % de la suciedad visible.

Tras el enjuague, el secado completo, preferentemente al sol o con aire limpio, evita la proliferación de biofilms y asegura que no queden superficies húmedas que atenúen el efecto del desinfectante.

5. Control y registro del proceso

No basta con limpiar y desinfectar: cada paso debe dejar su rastro en papel (o en un documento digital). Llevar un registro detallado (fechas, productos usados, concentraciones, personal responsable) es un salvavidas durante auditorías sanitarias y sirve como evidencia de cumplimiento en caso de incidentes.

En modelos como POES se enfatiza la importancia de formatos estructurados que documenten quién hizo qué, cuándo y cómo, y permiten la vigilancia continua del cumplimiento.

Certificado de desinfección de vehículos que transportan alimentos

Antes de profundizar, vale la pena entender que el certificado de desinfección de vehículos que transportan alimentos es tu boleto para operar con tranquilidad, demostrando que tu flota cumple con los más altos estándares sanitarios.

Este reconocimiento legitima tu compromiso y protege frente a auditores, clientes exigentes y posibles contingencias legales.

¿Qué es y quién lo emite?

En Argentina, este certificado se conoce como “Certificado Único de Lavado y Desinfección de Vehículos para el Transporte de Animales Vivos” (CULyD). Es emitido únicamente por playas de lavado y desinfección habilitadas por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) bajo un marco normativo consolidado en la Resolución 810/2009, actualizada y complementada con normativas posteriores.

Este documento tiene una validez breve: solo 72 horas desde su emisión o hasta que el vehículo reciba una nueva carga, lo que ocurra primero, de acuerdo con lo publicado por el gobierno argentino.

Requisitos para obtenerlo

Obtener este certificado implica cumplir con múltiples exigencias:

  • El vehículo debe ser lavado y desinfectado en una playa habilitada por SENASA, lo cual requiere una serie de condiciones técnicas, documentales y de infraestructura estrictamente evaluadas.
  • La certificación se emite solo tras una inspección presencial por parte del SENASA a la playa de lavado, que valide el cumplimiento de dichos requisitos.
  • El documento es expedido por duplicado: un original que acompaña al transporte y otro que retiene el lavadero.

Buenas prácticas para mantener la higiene entre limpiezas

La limpieza y desinfección profunda son imprescindibles, pero entre esas actividades mayores existen costuras invisibles en las que la higiene puede resquebrajarse.

  • Verificación previa antes de cada carga: antes de subir la siguiente entrega, revisa que el interior del vehículo esté libre de residuos, productos de limpieza o humedad que puedan comprometer la limpieza y desinfección de vehículos que transportan alimentos (UTAs). Según la guía de higiene en transporte alimentario, esto es esencial para preservar la inocuidad entre ciclos de uso.
  • Separación eficiente y orden en la carga: al movilizar distintos productos, asegura que estén correctamente ubicados, evitando contaminación cruzada. Por ejemplo, los alimentos no envasados deben separarse físicamente de los envasados (que deben estar desinfectados con productos adecuados para la desinfección de envases) y las temperaturas deben mantenerse según requerimientos específicos.
  • Capacitación continua del personal: no alcanza con tener protocolos si quien los aplica no los conoce. En Argentina, se enfatiza que quien manipula o transporta alimentos debe poseer el Carnet de Manipulador de Alimentos, que garantiza conocimiento de prácticas higiénicas y seguridad alimentaria.
  • Higiene personal: el conductor o manipulador debe estar bien aseado, sin joyas ni uñas largas, y lavarse las manos en los momentos clave: al cambiar de tarea, después de tocar superficies expuestas, antes de cargar alimentos, etc. Estas pequeñas pausas son grandes barreras contra la contaminación.
  • Documentación: mantener registros breves de cada viaje —condiciones de carga, higiene, temperatura, fecha, nombre del conductor— asegura seguimiento entre limpiezas completas. En nuestro país, la Resolución Conjunta 4/2020 exige documentación del transporte, temperaturas y limpieza para auditorías.

Como ves, en este proceso la desinfección es un paso muy importante para cumplir con las exigencias normativas. Afortunadamente, en PSQ Argentina encontrarás desinfectantes de alto rendimiento y asesoría especializada para que la limpieza y desinfección de vehículos que transportan alimentos sea:

  • rápida,
  • eficaz
  • y cumpla con los estándares exigidos por las autoridades.

Podemos ayudarte a elegir los productos correctos y definir protocolos que reduzcan riesgos y faciliten la trazabilidad en cada control sanitario.