Protocolo de limpieza y desinfección en farmacias

protocolo de limpieza y desinfección en farmacias​

​El protocolo de limpieza y desinfección en farmacias es un aspecto crítico para garantizar la seguridad de los pacientes, la calidad de los medicamentos y el cumplimiento de normativas sanitarias. Una higiene inadecuada en estos espacios puede generar contaminación cruzada, proliferación de microorganismos peligrosos y riesgos para la salud pública. 

Además, el incumplimiento de los estándares de limpieza puede derivar en sanciones regulatorias y pérdida de confianza por parte de los clientes.

Para evitar estos problemas, es fundamental establecer un procedimiento de limpieza riguroso que abarque todas las áreas de la farmacia. En este artículo, exploraremos las mejores prácticas para asegurar un entorno limpio y seguro, detallando cada paso del proceso y los productos más eficaces para cada necesidad.

Diferencias entre limpieza, desinfección y esterilización en una farmacia

Antes de explorar los productos y métodos más eficientes, vamos con la teoría. Porque, en una farmacia, y en cualquier entorno vulnerable, la higiene debe abordarse desde la comprensión de las diferencias que existen entre limpieza, desinfección y esterilización.

La limpieza consiste en la remoción visible de suciedad, polvo y residuos orgánicos mediante detergentes y agua. Este proceso es necesario porque la suciedad puede actuar como una barrera para los productos desinfectantes, reduciendo su eficacia. 

Tipos de limpieza:

  • Física: Elimina suciedad visible como polvo, restos sólidos o grasa.

  • Química: Remueve residuos microscópicos que no se ven a simple vista.

  • Bacteriológica: Solo se alcanza mediante procesos de desinfección.

  • Esterilizante: Busca erradicar completamente todo tipo de microorganismos.

¿Qué implica lavar?
Lavar consiste en eliminar los residuos acumulados en superficies críticas: equipos de proceso, laboratorios, quirófanos, entre otros. El enfoque dependerá de los productos utilizados y la actividad del área.

Procedimientos según el entorno:

  • Hospitalario: Se realiza manualmente, con cepillos y detergentes. Suele requerir desmontaje de equipos para garantizar una limpieza profunda.

  • Industrial: Aunque en algunos sectores aún se hace a mano, lo más habitual es usar sistemas CIP (Cleaning in Place), que permiten limpiar sin desmontar los equipos y optimizan los resultados.

¿Cómo operan los sistemas CIP?
Funcionan en etapas con soluciones alcalinas y ácidas para lograr:

  • Saponificación de grasas

  • Hidrólisis de proteínas

  • Solubilización de sales

Factores clave para una limpieza química eficaz:

  1. Concentración del detergente

  2. Temperatura de trabajo

  3. Tiempo de exposición

  4. Acción mecánica: ya sea manual con cepillos o mediante el flujo de la solución en sistemas de recirculación

La desinfección, por otro lado, elimina microorganismos patógenos presentes en superficies y equipos mediante productos químicos específicos. Sin embargo, no garantiza la eliminación total de esporas bacterianas. 

Para entornos que requieren un nivel superior de asepsia, como laboratorios o áreas de preparación de medicamentos estériles, se aplica la esterilización, que destruye cualquier forma de vida microbiana utilizando métodos físicos (calor, vapor, radiación) o químicos (óxido de etileno, peróxido de hidrógeno). 

  

Procedimiento de limpieza y desinfección de la farmacia

El protocolo de limpieza y desinfección en farmacias debe considerar el riesgo sanitario de cada área, dividiéndolas en:

  • Zonas críticas: Incluyen áreas donde se manipulan medicamentos o productos sanitarios estériles, como laboratorios y salas de almacenamiento. Requieren una limpieza y desinfección frecuente con productos de alto espectro. 
  • Zonas semicríticas: Comprenden mostradores, estanterías y superficies de contacto frecuente con clientes y empleados. En estos casos, la desinfección regular es clave para reducir la transmisión de microorganismos.
  • Zonas de bajo riesgo: Como oficinas y zonas administrativas, donde la limpieza diaria es suficiente para mantener un ambiente seguro.

Zonas y materiales de alto contacto

Las farmacias tienen múltiples superficies de alto contacto que pueden ser focos de contaminación si no se desinfectan con regularidad. Entre ellas se incluyen:

  • Mostradores y puntos de pago: Lugares de constante interacción con clientes y personal. Se recomienda desinfectarlos varias veces al día con soluciones como el PEROXIGEN® – ACTIVO. 
  • Teclados, pantallas táctiles y terminales de pago: Son manipulados con frecuencia y pueden albergar patógenos durante horas. Se deben limpiar con paños desechables impregnados con desinfectante sin alcohol para evitar daños en los dispositivos.
  • Envases y frascos de medicamentos: Pueden transferir contaminantes de un paciente a otro si no se manejan con precaución. Es recomendable limpiarlos con toallitas desinfectantes antes de ser entregados al cliente.

Limpieza del suelo

El suelo en una farmacia puede acumular polvo, cabello, residuos de medicamentos y otros contaminantes. Para minimizar riesgos, se recomienda:

  • Barrer en seco con mopas atrapapolvo para evitar la dispersión de partículas.
  • Fregar con detergente neutro y desinfectante al menos dos veces al día en las zonas de atención al público y almacenamiento.
  • Evitar acumulación de líquidos que puedan propiciar la proliferación bacteriana y hongos.

Paredes y techos

Aunque suelen pasarse por alto, las paredes y techos también pueden acumular polvo y microorganismos, especialmente en zonas de almacenamiento y laboratorios. Para mantener estos espacios limpios:

  • Realizar una limpieza mensual con detergentes suaves y un desinfectante compatible con la superficie.
  • Evitar el uso de productos con fragancias fuertes que puedan contaminar medicamentos sensibles.
  • Inspeccionar regularmente la presencia de humedad o moho, ya que puede comprometer la seguridad de los productos almacenados.

Gestión de residuos generados durante la limpieza

El manejo adecuado de residuos es clave en la limpieza y desinfección de farmacias. Entre las recomendaciones del Colegio de Farmacéuticos de Tucumán, Argentina, separar los residuos según su tipo y aplicar un tratamiento diferenciado es lo más importante. No obstante, también se sugiere: 

  • Utilizar bolsas resistentes y cerradas herméticamente para evitar fugas y contaminación.
  • Desinfectar los cubos de basura regularmente para evitar la proliferación de microorganismos.

Siguiendo estos protocolos, se garantiza un entorno seguro tanto para los clientes como para el personal farmacéutico, minimizando riesgos sanitarios y cumpliendo con las normativas vigentes.

¿Cuándo realizar la limpieza y desinfección de la farmacia?

La frecuencia con la que se debe aplicar el protocolo de limpieza y desinfección en farmacias depende de varios factores, como el volumen de clientes, la disposición de las áreas de trabajo y la normativa sanitaria vigente. Sin embargo, en términos generales, se recomienda establecer una rutina de limpieza que contemple las siguientes pautas:

  • Limpieza y desinfección diaria: Las superficies de alto contacto, como mostradores, estanterías, teclados y terminales de pago, deben desinfectarse varias veces al día para minimizar el riesgo de transmisión de microorganismos entre clientes y empleados. 
  • Limpieza profunda semanal: Incluye suelos, paredes, techos, sistemas de ventilación y almacenamiento de medicamentos. Se deben utilizar detergentes neutros y desinfectantes específicos según la normativa sanitaria.
  • Esterilización periódica de áreas críticas: Laboratorios, salas de preparación de medicamentos y zonas de almacenamiento de fármacos estériles requieren esterilización periódica con métodos físicos o químicos para evitar la contaminación de los productos. 

Además, es necesario intensificar la limpieza en situaciones específicas, como después de derrames accidentales de medicamentos o productos químicos, o en temporadas de alta incidencia de enfermedades contagiosas como la gripe.

 limpieza y desinfección en farmacias​

Las soluciones para la limpieza y desinfección de farmacias

Para garantizar un entorno seguro y libre de contaminación, las farmacias deben contar con productos de limpieza y desinfección específicos, así como con un equipo de protección adecuado para el personal que realiza estas tareas.

Productos de limpieza

El primer paso en cualquier protocolo de limpieza y desinfección en farmacias es la eliminación de suciedad y residuos visibles. Para ello, se recomienda el uso de:

  • Detergentes neutros: Son ideales para la limpieza general de superficies sin comprometer la calidad de los medicamentos almacenados ni causar reacciones químicas con otros productos desinfectantes.
  • Soluciones enzimáticas: Útiles en la eliminación de residuos orgánicos, especialmente en áreas de manipulación de productos sanitarios.
  • Toallitas limpiadoras multiuso: Para una limpieza rápida y efectiva en superficies de alto contacto como teclados, pantallas táctiles y envases de medicamentos.

Estos productos garantizan una limpieza profunda sin dejar residuos que puedan interferir con la eficacia de los desinfectantes utilizados en la siguiente fase del proceso.

Productos de desinfección

La desinfección es un paso crítico para reducir la presencia de microorganismos en el entorno farmacéutico. Algunas de las soluciones más eficaces incluyen:

  • Alcohol isopropílico al 70%: Ideal para la desinfección de superficies no porosas y equipos electrónicos sin causar daños.
  • Amonios cuaternarios: Son ampliamente utilizados en farmacias por su capacidad de eliminar bacterias, virus y hongos en superficies de contacto frecuente. Además, dejan una capa protectora que prolonga su efecto desinfectante.
  • Peróxido de hidrógeno estabilizado: Una opción efectiva para desinfectar suelos, mostradores y zonas de almacenamiento sin generar residuos tóxicos. Aunque hay productos alternativos como el OXIBAC® SILVER, un poderoso desinfectante de superficies y envases que no requiere enjuague posterior. 
  • Hipoclorito de sodio: Aunque es muy eficaz, su uso en farmacias debe ser controlado, ya que puede afectar la estabilidad de ciertos medicamentos.

Como ves, la elección del desinfectante dependerá del tipo de superficie y del nivel de desinfección requerido. Por ello, es fundamental seguir las recomendaciones del fabricante y garantizar tiempos de contacto adecuados para una eficacia óptima. 

Equipos de protección del personal

El personal encargado de la limpieza y desinfección de la farmacia debe contar con el equipo de protección adecuado para evitar el contacto con productos químicos y microorganismos potencialmente peligrosos. Entre los elementos esenciales se incluyen:

  • Guantes desechables: Preferiblemente de nitrilo, ya que ofrecen mayor resistencia química y protegen contra productos de limpieza agresivos.
  • Mascarillas y gafas de seguridad: Protegen contra la inhalación de aerosoles químicos y salpicaduras accidentales.
  • Batas o uniformes de protección: Para evitar el contacto de la ropa con superficies contaminadas.
  • Calzado antideslizante y resistente a productos químicos: Para prevenir accidentes durante las labores de limpieza.

Control y auditoría del protocolo de limpieza y desinfección en farmacias

Implementar un protocolo de limpieza y desinfección en farmacias es solo la primera etapa en el proceso de garantizar un ambiente seguro. Para asegurar su cumplimiento y efectividad, es necesario establecer mecanismos de control y auditoría que permitan detectar fallos y optimizar los procesos. Una mala gestión de la higiene en la farmacia afecta la seguridad de los medicamentos y genera riesgos sanitarios para clientes y empleados.

Los sistemas de auditoría incluyen tres pilares clave:

Capacitación del personal sobre higiene

El factor humano es determinante en la correcta aplicación de los protocolos de limpieza y desinfección. Todo el personal de la farmacia, desde los farmacéuticos hasta los empleados de limpieza, debe recibir formación continua sobre:

  • Uso adecuado de productos de limpieza y desinfección para evitar interacciones químicas peligrosas.
  • Frecuencia y metodología de limpieza de cada zona, con especial atención a las superficies de alto contacto.
  • Manipulación segura de medicamentos y productos sanitarios para evitar contaminación cruzada.
  • Uso correcto del equipo de protección personal para minimizar la exposición a agentes químicos o biológicos.

Las capacitaciones deben realizarse de manera periódica y actualizarse conforme a nuevas normativas en la industria de la salud o productos de limpieza en el mercado. 

Supervisión mediante listas de verificación

Para garantizar que el protocolo se cumple de manera rigurosa, es recomendable implementar checklists de limpieza y desinfección, las cuales deben incluir:

  • Fechas y horarios de limpieza por zona.
  • Productos y equipos utilizados en cada proceso.
  • Responsable de cada tarea de limpieza.
  • Observaciones sobre incidencias o desviaciones en la aplicación del protocolo.

Estas listas permiten llevar un registro detallado de las tareas realizadas y facilitan la identificación de errores o áreas que requieren una mejora. Además, sirven como respaldo documental en caso de inspecciones sanitarias.

Pruebas microbiológicas en superficies y equipos

Para comprobar la efectividad del protocolo de limpieza y desinfección en farmacias, es recomendable realizar análisis microbiológicos en superficies críticas. Estas pruebas permiten detectar la presencia de microorganismos patógenos y evaluar si los productos y métodos de desinfección utilizados son adecuados.

Algunas de las pruebas más utilizadas incluyen:

  • Placas de contacto o hisopos microbiológicos: Se aplican sobre mostradores, teclados, envases y otras superficies de alto contacto para determinar la carga microbiana.
  • Medición de ATP (Adenosín Trifosfato): Técnica rápida que evalúa la presencia de materia orgánica y microorganismos en superficies en tiempo real.
  • Cultivos microbiológicos: Métodos tradicionales que permiten identificar bacterias, hongos y virus presentes en el entorno.

Siguiendo todas las recomendaciones mencionadas en este artículo, las farmacias pueden asegurar un ambiente seguro y libre de contaminantes. De esta forma, podrás proteger tanto la salud de los empleados como la de los clientes que dependen de un espacio limpio y desinfectado para adquirir sus medicamentos.