Guía completa para la limpieza y desinfección de derrames de fluidos biológicos

Un derrame biológico no avisa. Puede ocurrir en cualquier momento y poner en riesgo la salud del equipo, la seguridad del entorno y la reputación de tu empresa. Si tu meta es realizar una operación responsable y efectiva, saber cómo abordar la limpieza y desinfección de derrames de fluidos biológicos es prioritario.
Por eso, en esta guía te compartimos todo lo que necesitas saber para actuar con rapidez y criterio; porque cuando se trata de bioseguridad, no hay lugar para la improvisación.
¿Qué son los fluidos biológicos y por qué son peligrosos?
Los fluidos biológicos son sustancias generadas por el cuerpo humano que pueden contener patógenos capaces de transmitir enfermedades. Entre los más comunes encontramos la sangre, la orina, el vómito, la saliva, el sudor y las heces. Aunque no todos implican el mismo nivel de riesgo, cualquiera de ellos puede convertirse en un vector de contagio si no se realiza una limpieza y desinfección de derrames de fluidos biológicos de forma adecuada.
Lo crítico de estos derrames es que pueden contener agentes patógenos como virus (Hepatitis B, Hepatitis C, VIH), bacterias y parásitos, que sobreviven fuera del cuerpo humano durante varias horas o incluso días, dependiendo de las condiciones ambientales.
Por ejemplo, según la OMS, el virus de la hepatitis B puede sobrevivir en superficies durante al menos 7 días, manteniéndose infeccioso durante todo ese tiempo. Esto convierte a un pequeño derrame mal tratado en una amenaza latente para cualquier persona que transite el área o manipule materiales contaminados.
Aunque este proceso suele indicarse y ser necesario en un entorno hospitalario, en el sector industrial, el riesgo no es menor. Las superficies porosas, los equipos compartidos y el constante tránsito de personal pueden propagar fácilmente estos contaminantes. De ahí que la intervención rápida, con productos adecuados y protocolos validados, sea clave para prevenir brotes, sanciones regulatorias o incluso pausas en la producción.
Normativas y regulaciones relevantes que debes tener en cuenta
Tanto a nivel internacional como local, existen normativas que establecen protocolos claros para garantizar la seguridad sanitaria en entornos laborales.
Normativas internacionales
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrece guías ampliamente adoptadas sobre bioseguridad, manejo de materiales biológicos y desinfección en entornos laborales (OMS). En Europa, la Directiva 2000/54/CE obliga a los empleadores a implementar medidas frente a la exposición a agentes biológicos, incluyendo planes de limpieza y protección del personal.
Además, la norma ISO 45001 establece buenas prácticas en gestión de seguridad y salud laboral, incluyendo la respuesta ante riesgos biológicos. Por su parte, aunque específica de EE.UU., la normativa de OSHA 1910.1030 sigue siendo una referencia técnica internacional para la gestión de derrames con fluidos potencialmente infecciosos.
Regulaciones en Argentina
A nivel local, el marco más relevante es el establecido por la Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo N.º 19.587 y su decreto reglamentario 351/79. Esta legislación obliga a los empleadores a mantener condiciones de higiene que prevengan enfermedades profesionales y accidentes laborales, incluyendo medidas ante la exposición a agentes biológicos.
En el sector alimentario y farmacéutico, el Código Alimentario Argentino (CAA) también exige condiciones estrictas de salubridad. Entre sus normativas se incluye procedimientos para la limpieza y desinfección de cualquier tipo de contaminación.
Procedimiento paso a paso para la limpieza y desinfección
Ante un incidente con sangre, vómito, orina u otros fluidos corporales, actuar de inmediato es fundamental. Pero, ¿cuál es el procedimiento adecuado? A continuación, te compartimos una guía paso a paso basada en protocolos internacionales y experiencias del sector industrial.
Preparación del área y del personal
Antes de intervenir, el área debe ser inmediatamente aislada y señalizada para evitar el paso de personas no autorizadas y reducir el riesgo de exposición. Si es posible, se recomienda limitar el acceso durante al menos 30 minutos tras la desinfección, para permitir que los productos actúen correctamente.
El personal debe contar con equipo de protección personal (EPP) adecuado: guantes resistentes (nitrilo o látex grueso), gafas de seguridad, mascarilla y delantal o mameluco impermeable. Este punto no es negociable: incluso en derrames aparentemente pequeños, los patógenos pueden estar presentes en concentraciones peligrosas.
Una correcta preparación del equipo reduce los riesgos de contacto cruzado y protege tanto al operario como a otros trabajadores en el entorno.
Contención y absorción del derrame
Una vez asegurado el perímetro y protegido el personal, el siguiente paso es contener el fluido biológico para evitar su expansión. Se recomienda aplicar un absorbente sólido —preferentemente con propiedades desinfectantes— sobre el área afectada. Productos como polvos absorbentes con cloruro de calcio o sustancias con acción bactericida son ideales en esta etapa.
- El material absorbente debe actuar durante algunos minutos hasta que el fluido esté completamente retenido.
- Luego, se recoge cuidadosamente utilizando una pala, espátula o toallas desechables.
- Se coloca en bolsas rojas o amarillas para residuos biológicos, bien identificadas y cerradas herméticamente.
Este paso evita que el fluido se disperse y facilita su manipulación segura, incluso en superficies difíciles como juntas de piso o áreas rugosas.
Aplicación de desinfectantes
Con la zona libre de material visible y luego de una limpieza profunda, es momento de aplicar un desinfectante de amplio espectro. La elección del desinfectante dependerá del tipo de fluido derramado y otros elementos a considerar.
En caso de superficies porosas o equipos, se puede repetir el proceso una segunda vez, especialmente si se trata de áreas críticas dentro de procesos de producción. Esto depende en gran medida de las indicaciones del producto, según el fabricante.
En industrias como la alimentaria o farmacéutica, es recomendable utilizar productos específicos certificados para uso en contacto indirecto con alimentos, que no dejen residuos tóxicos ni generen vapores irritantes como, por ejemplo, OXIBAC® – SILVER.
Eliminación de residuos
Todos los materiales utilizados —guantes, toallas, absorbentes, mascarillas— deben considerarse residuos peligrosos de tipo biológico. Se deben colocar en doble bolsa, selladas y etiquetadas como residuos patogénicos, y ser retiradas según el protocolo de manejo de residuos de la empresa, o entregadas a un gestor autorizado.
Posteriormente, se recomienda al personal retirarse el EPP con cuidado, descartarlo adecuadamente y proceder al lavado de manos y antebrazos con agua y jabón por al menos 20 segundos. Esto ayuda a evitar contaminaciones posteriores, incluso si no se tuvo contacto directo con el fluido.
En ambientes industriales con protocolos más estrictos, se puede complementar este paso con la aplicación de un sanitizante en las zonas de contacto del cuerpo.
Y, ¿por qué se debe realizar el proceso de esta manera?
La base de cualquier proceso de higiene es clara: si una superficie no está limpia, no puede desinfectarse correctamente. Por eso, es fundamental comenzar siempre por una limpieza adecuada.
Clasificación de los tipos de limpieza:
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Limpieza física: Elimina restos visibles como polvo, grasa o residuos sólidos.
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Limpieza química: Actúa sobre la suciedad no visible, eliminando restos orgánicos e inorgánicos microscópicos.
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Limpieza bacteriológica: Solo se logra al aplicar agentes desinfectantes que eliminan microorganismos.
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Limpieza esterilizante: Tiene como objetivo erradicar por completo cualquier forma de vida microbiana.
¿Qué implica realmente lavar?
Lavar significa retirar los depósitos y contaminantes presentes en superficies expuestas al contacto con productos o personas, como equipos de producción, quirófanos, laboratorios, etc. La técnica de lavado varía según el tipo de actividad que se realiza en el área.
Métodos comunes de limpieza:
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Hospitalaria (como en este caso): Se realiza manualmente, con cepillos y detergentes específicos. Se requiere desmontar los equipos para asegurar una limpieza profunda y sin obstrucciones.
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Industrial: En la mayoría de los casos se utilizan sistemas CIP (Cleaning in Place), que permiten limpiar sin desmontar los equipos. Esto agiliza los procesos y asegura una limpieza eficaz, especialmente en líneas de producción continua.
¿Qué hacen los sistemas CIP?
Funcionan en fases y emplean productos alcalinos y ácidos para cumplir funciones específicas como:
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Saponificación (remoción de grasas)
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Hidrólisis de proteínas
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Disolución de sales minerales
Factores determinantes en una limpieza química efectiva:
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Concentración del agente de limpieza
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Temperatura del agua o solución
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Tiempo de contacto
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Acción mecánica: ya sea por cepillado manual o por el flujo turbulento en sistemas de recirculación
Productos recomendados para la limpieza y desinfección de derrames de fluidos biológicos
La eficacia de la limpieza y desinfección de derrames de fluidos biológicos no solo depende del procedimiento, sino también de los productos utilizados. A continuación, te compartimos una selección de productos recomendados por su eficacia, facilidad de uso y compatibilidad con los protocolos industriales:
OXIBAC® – SILVER
Este desinfectante está formulado a base de peróxido de hidrógeno estabilizado con plata, lo que le otorga una potente acción bactericida, viricida y fungicida. Su principal ventaja frente a otros productos es que actúa rápidamente sin dejar residuos tóxicos, convirtiéndolo en una solución ideal para áreas de contacto frecuente o sensibles, como superficies en la industria cosmética, farmacéutica y alimentaria.
Beneficios principales:
- Elimina una amplia gama de microorganismos, incluyendo virus resistentes como el norovirus y bacterias como E. coli y Salmonella.
- No genera vapores irritantes ni requiere enjuague posterior en la mayoría de las superficies.
- Compatible con protocolos HACCP y GMP.
- Apto para superficies inoxidables, cerámicas, plásticas y otras presentes en entornos industriales.
Absorbentes con acción desinfectante
En la fase de contención del derrame, el uso de polvos absorbentes con capacidad desinfectante integrada acelera el proceso y reduce riesgos. Estos productos solidifican el fluido y comienzan la neutralización de patógenos desde el primer contacto.
Ventajas:
- Reducen el tiempo de exposición del personal.
- Fáciles de manipular y desechar.
- Ideales para superficies difíciles como juntas de pisos o esquinas.
Detergentes enzimáticos
Previo a la desinfección, especialmente en superficies con alta carga orgánica, los detergentes enzimáticos ayudan a romper la materia biológica, facilitando la limpieza profunda y potenciando la eficacia del desinfectante posterior.
Beneficios:
- Disuelven sangre, mucosa y otros residuos complejos.
- Protegen las superficies delicadas.
- Requieren menos acción mecánica, reduciendo la dispersión de partículas.
Equipos de protección personal (EPP) certificados
Aunque no son un producto químico, el uso de guantes de nitrilo, gafas cerradas, mascarillas de protección respiratoria y mamelucos impermeables es obligatorio en cualquier intervención con fluidos biológicos. Su calidad define el nivel de seguridad del operario.
Como ves, frente a un derrame biológico, improvisar no es una opción. La limpieza y desinfección de fluidos biológicos exige precisión, productos confiables y una respuesta rápida que cuide a tu equipo y mantenga tu operación en marcha.
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